El distrito de agua de Sacramento, California, siempre ha recibido llamadas de residentes preocupados que informan de un sabor y olor extraño en el agua que sale de sus grifos. Un compuesto natural llamado geosmina puede darle al agua un sabor terroso cuando los niveles de agua son bajos y las temperaturas altas.
El agua no es peligrosa, pero apesta. Normalmente, las llamadas de denuncia no comienzan hasta el otoño o finales del verano. Pero este año es diferente, gracias al empeoramiento de la sequía que ha golpeado duramente a la región.
Mark Severeid, el superintendente de calidad del agua de la ciudad, dice que las temperaturas han sido más altas y los niveles de agua más bajos de lo que la mayoría de la gente puede recordar. "Es por eso que estamos experimentando la aparición más temprana de este problema, un problema del que la ciudad le ha estado hablando a la gente durante años", dice.
La situación llevó a la ciudad a emitir una declaración de que el agua era segura para beber y recomendar a los residentes que enfriaran el agua o agreguen un poco de limón para enmascarar el almizcle. La sugerencia levantó algunas cejas, pero los funcionarios esperan calmar los temores de la gente y dicen que la situación es un recordatorio de los desafíos diarios de lidiar con la sequía extrema.